Si prestas atención a tu imaginación, te darás cuenta de lo que te gustaría ser, hacer o pensar. La imaginación es la respuesta de tus propósitos.
Para materializar tus deseos, te debes centrar en ellos. No inviertas tu energía física y emocional en cosas que aplazan tus anhelos. Haz a un lado este tipo de pensamientos y sentimientos, concentrándote en lo que realmente aportará felicidad a tu vida.
Un sencillo camino para comenzar:
- Piensa en lo que realmente deseas, no lo apartes de tu mente.
- Imagínate rodeado de las cosas que deseas producir, como si hicieran parte de tu presente inmediato.
- Concreta el método para alcanzarlo.
- Escribe tu deseo, y ten presente leerlo constantemente.
Puedes lograr tus deseos.
Promuévelos y recógelos.
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